INICIO

La tradición católica reconoce que todas las personas tienen capacidad para tomar decisiones en todas las esferas de su vida, incluyendo la elección de una pareja, la vivencia de su sexualidad, si quiere tener hijos o no y en qué momento. Esto significa que las mujeres y personas con capacidad de gestar son sujetas morales que tienen la capacidad de distinguir lo que es mejor para ellas.

Sabemos que quienes se han visto en la necesidad de interrumpir un embarazo no lo hacen con alegría en sus corazones sino en medio de sentimientos encontrados. En ocasiones, tienen algún problema serio, sus vidas o su salud pueden estar en peligro, sufren relaciones violentas o no se sienten con la seguridad de llevar a término un embarazo que no buscaron y que no forma parte de su proyecto de vida. Todas las mujeres y personas con capacidad de gestar tienen derecho a tener un embarazo deseado y en las mejores condiciones, sin poner en riesgo su vida y su integridad física y emocional.